La locura emprendida por Bielsa al frente de la selección de fútbol marca un antes y un después en el fútbol argentino. Algo así como aquel Huracan del 73-74.Lamentablemente el destino se empeñó en repartir el éxito entre los mezquinos y no dejó nada para la celeste y blanca en aquel doloroso 2002. Pero el intento marcó a fuego las ideas de fútbol en este tragicómico territorio. Abramos el debate, entonces, para salvar al fútbol argentino, que es, sin dudas, el hecho cultural más importante para los mortales que aquí nacemos